CAPITULO VI
Mauricio Pineda corre contrarreloj, como si pudiera advertir el final...
Llega allí, donde Aída conoce el Infierno en vida.
Ya no hay caso, discuten los médicos... es sólo cuestión de minutos... piensan y un gemido se oye detrás de la cortina...
- Mauricio... Mauricio- delira Aída, -no me perdonaste...y ya no puedo aguantar más... Te amo- suspira, y decide morir...
-¡¡¡Aída no!!!!!- Grita Mauricio, cuando todo ya ha acabado...
EPÍLOGO
Mauricio muere de bronca... La cobardía de su juventud ha llevado a la muerte a aquella vanidosa, intempestiva mujer, a aquella única a la que le dijo - te amo- Siente que la ira que sintió por ella ha sido demasiada para su vida y nunca se perdonará haberla abandonado en la calle sin su amor..
Dicen que murió de infección... Mas él sabe que murió por dentro, él sabe que no fue muerte sino suicidio, sabe que su fuerza era capaz de levantar un edificio pero sabe que el corazón de una madre, no puede aguantar trece años de dolor...
Nunca se perdonará haberse vengado de ella... ¿Porque tanto odio si tanto la amaba?
Nunca podrá mirar a los ojos nuevamente a Aída, su pequeña, quien nunca conocerá a su verdadera madre...
Dicen que murió de infección... Más él sabe que murió por él... Y por eso... en un último gesto de amor hacia ella, que todo lo dio por él... Decidió acompañarla al infierno.